sábado, noviembre 15, 2008

R.E.M. EN LIMA (Estadio Nacional, 14 noviembre)
HEY, BABY. ARE YOU HAVING FUN?
Miles de celulares encendidos, miles de maneras de reaccionar y miles de voces amalgamadas por una melodía, por una canción, por un trío llamado R.E.M. Solo un tema como “Everybody Hurts” podía unir a los peruanos en el estadio Nacional, aparte de nuestro patético y ojalá desafiliado fútbol peruano. Estábamos a mitad del concierto cuando sonó aquel hipnótico y tierno piano que inaugura esta oda a la superación del sufrimiento. Hasta antes de “Everybody …”, los fans y conocedores de esta banda de Athens, ya estaban chupándose los dedos, degustando suculentos platos como “I Took Your Name” y “What’s the Frequency, Kenneth?”, piezas furiosas sacadas del Monster, o con “Drive” e “Ignoreland”, obras maestras del Automatic For The People, o los estrenos de “Living Well is the Best Revenge” y “Man-Sized Wreath” del Accelerate(2008). Faltaba darle el gusto a los que fueron por curiosidad, a los que oyeron solo los hits en la radio o la MTV, y a los inevitables poseros que solo están a la espera de “Shiny Happy People” (tema que R.E.M. hace tiempo no toca en vivo y por el cual sienten algo de vergüenza). “Everybody Hurts” y más adelante “Losing My Religion” hicieron el milagro, mismo San Martincito, de juntar a perros, pericotes y gatos.
La respuesta del público superó todas las expectativas. Los peruanos de a poco nos estamos acostumbrando a disfrutar de conciertos anglosajones de éxito mundial. Los aplausos, vítores y saltos no decayeron, sobre todo con la gente que estaba en campo y con cientos de fans, cómodamente ubicados en las graderías, que no quisieron sentarse durante las dos horas del show. El resto respondió muy bien con sus aplausos efusivos. Era imposible no reaccionar favorablemente cuando Stipe, Mills y Buck nos administraban ritmos antidepresivos como los de “The One I Love”, “Orange Crush” (grande Mike Mills en la segunda voz) o “It’s the End of the World..”. Personalmente, me sentí un privilegiado al saberme parte de una minoría melómana que podía identificar y conmoverse con aquella extraña y hermosa versión acústica de “Let Me In”, o comprobar que aquel lejano single de mediados de los ochentas llamado “Fall On Me” sonó con el mismo espíritu fresco e independiente de aquellos años.

El paso del tiempo no podrá borrar muchos de los videos y fotos que hemos capturado, desde distintos ángulos y a diferentes píxeles, con las “cámaras” de nuestras mentes. Uno de mis favoritos es aquel baile hipnótico de Michael Stipe mientras la guitarra furiosa de Peter Buck saturaba como los dioses en “She Just Wants To Be Me”, penúltima canción y perfecta bienvenida para el final. “Man On The Moon”, como en toda la gira sudamericana, sirvió de colofón a una noche inolvidable en la cual Lima adquirió por primera vez un privilegio del que nunca había gozado: el de acoger y disfrutar de una de las bandas más grandes, vigentes y representativas de lo que se llegó a conocer como “rock alternativo”. “¡Hey!, ¿se están divirtiendo?”. ¡Por supuesto! Felices y radiantes.
HENRY FLORES
"Losing my Religion"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tuvimos la suerte de estar ahi y de disfrutar de canciones maravillosas. Un concierto inolvidable. Gracias por las fotos y el video. VIVA R.E.M.!!!!!