viernes, enero 27, 2006


NEIL YOUNG
PRAIRIE WIND
REPRISE / WEA (2005)


Cuando Neil Young participó en la película The Last Waltz(1978), cuyas imágenes retrataban el concierto de despedida de The Band en 1976, ya era considerado un artista genial e influyente de su generación, de espíritu indomable y combativo, sus trabajos en solitario y con Crazy Horse habían colmado con creces las expectativas de la crítica y el público. Recordemos también que en los 90s fue reconocido como uno de los padrinos del grunge, debido a su enorme influencia sobre algunas bandas de Seattle como Pearl Jam.

Luego de soportar un internamiento para tratar un aneurisma y tras la muerte de su progenitor, Young fiel a su temple de rockero viejo pero fuerte como el roble, se amina a publicar Prairie Wind, un álbum predominantemente acústico con sonidos folk y country que nos hace pensar en una continuación de sus aclamados Harvest (1972) y Haverst Moon (1992). Las canciones reflejan una “calma después de la tormenta”, tranquilidad que al artista de 60 años le ha costado conseguir debido a su propia naturaleza rebelde e inconforme.

Unos acordes acústicos dan inicio a este reposado trabajo, es The Painter, la voz suena acogedora, por partes se escucha una tímida guitarra eléctrica que le da un toque entrañable. No Wonder tiene un sabor a película de vaqueros del lejano oeste, cuya percusión acelerada por momentos, incrementa la fuerza de su interpretación y los pequeños solos son simplemente memorables y añejos, la letra hace alusión al 11 de septiembre y una crítica a la clase política: “Somewhere a senator sits in a leather chair behind a big wooden desk. The caribou we killed mean nothing to him, he took his money just like all the rest” (En algún lugar un senador se sienta en un sillón de cuero detrás de un gran escritorio de madera. El caribú que matamos no significa nada para él, él toma su dinero como todo el resto).

La honra a la memoria de su padre se refleja en Falling Off The Face Of The Earth, Far From Home y Prairie Wind. Por el lado romántico tenemos a Here For You, un acompañamiento de pedal steel guitar y armónica le dan un matiz melancólico. También hay un homenaje en plan country a Elvis Presley en He Was The King, la crítica a la sociedad en que vivimos la tenemos en It’s A Dream. Su lado más introspectivo esta en This Old Guitar, una especie de oda a su guitarra, y en la predicadora When God Made Me, cuyos coros gospel y versos nos invitan a la reflexión: “When God made me, was he planning only for believers or for those who just have faith” (Cuando Dios me hizo, ¿lo estaba planeando sólo para los creyentes o para aquellos que tienen fe?).

Todas las canciones son un mundo aparte, dejando en evidencia que Neil aun tiene mucho por decir y que el talento sigue en él, la calidez de estos temas son como para pasar un invierno sin preocupaciones.

Henry Flores
*publicado en la revista DEMO (http://www.revistademo.tk)