lunes, diciembre 11, 2006


SINFONÍAS PARA SENTIRSE ENAMORADO
THE BEACH BOYS
PET SOUNDS

Capitol Records (1966)

En 1965 Brian Wilson se planteaba cómo darle rienda suelta a su nuevo “sonido espiritual blanco”, que florecía producto de sus experimentos en el estudio de grabación, que a estas alturas era su instrumento musical. La respuesta y el impulso que necesitaba le vinieron cuando escuchó el Rubber Soul de los Beatles. Para Brian, las canciones de Paul McCartney fueron siempre su mayor inspiración, al escucharlas sus instintos competitivos fueron despertados al máximo, tomó la idea de considerar al álbum de rock como un todo (ya no una colección de singles) y se comprometió a hacer una obra que fuera perfecta de principio a fin.

Cuando los demás Beach Boys iniciaron su gira por el Japón en Enero de 1966, Wilson aprovechó para quedarse a sus anchas en el estudio y explorar musicalmente su interior. Convocó a Tony Asher como su colaborador en las letras, seleccionó a sus músicos de sesión y comenzó a ensamblar y escribir canciones. No hay duda de que Brian se encontraba en la cúspide de su talento y creatividad, dirigiendo las mezclas en cada toma, buscando el balance perfecto. Trabajaba con cada músico por separado, les enseñaba sus partes y luego los hacía tocar en conjunto hasta llegar a la toma satisfactoria. Al regresar los otros integrantes, fueron al estudio a aprender sus partes vocales para recién grabarlas sobre la deliciosa y perfecta base instrumental que se había creado, dando como resultado un conglomerado de canciones celestiales que nos llevan al paraíso mismo.

El eje temático es el amor, sobre el cual giran los anhelos, los cuestionamientos, la fe y todo un sin fin de sentimientos que hervían dentro de su autor, que luchaban por salir y mostrarse. Los trece temas son únicos y especiales, cada uno una perfecta pieza pop, capaz de tener vida propia en si misma y en conjunto formar un ser portentoso e iluminado. La alegre Wouldn’t It be Nice Together apuesta por la esperanza y el amor consumado en el matrimonio. Las voces perfectas e innovadoras en You Still Believe In Me y God Only Knows nos dan la impresión de que los ángeles han bajado a cantar. La confesional I Just Wasn’t Made For These Times y la pérdida de la inocencia bellamente pintada en Caroline No son interpretadas como si el corazón cantara. Las instrumentales Let’s Go For A While y Pet Sounds muestran orgullosas sus exquisitos arreglos, una alta calidad compositiva y la maestría en su ejecución.

Cuando Pet Sounds vio la luz, muchos no lo comprendieron a cabalidad por ser diferente y lejano de la “fórmula surf” acostumbrada, sólo llegó al puesto diez en Norteamérica y tardó en llegar al oro. Este tibio recibimiento fue diametralmente opuesto a la recepción y el impacto que tuvo en el mundo musical. Productores, ingenieros, artistas y demás personas vinculadas al negocio de la música, quedaron asombrados placenteramente por su resonancia revolucionaria y muchos lo calificaron (aún hasta hoy) como el mejor álbum de la historia del rock. A pesar de los elogios y del puesto dos que ocupó en el Reino Unido, es evidente que estuvo más allá de su tiempo y que iba a cobrar una mayor importancia con el paso de los años (recién en el 2000 llegó al platino). Músicos influenciados de toda la orbe reconocen, respetan y aprecian este legado sinfónico, cuya génesis y gestación estuvo en las ideas, inquietudes, genialidades y conflictos emocionales de un jovencito que sin llegar a la adultez plena asumió una titánica responsabilidad y la cumplió con creces.


Citas:

“En diciembre de 1965 escuché el Rubber Soul de los Beatles y fue definitivamente un cambio para mi. Inmediatamente comencé a componer y a trabajar en las canciones para el Pet Sounds. Canté la mayoría de las canciones porque necesitaba expresar directamente mis sentimientos. Experimenté con sonidos que harían que el oyente se sintiera enamorado.” Brian Wilson

“Nadie es educado musicalmente hasta que ha escuchado el Pet Sounds...es un clásico total, excelente en muchas maneras”.
Paul McCartney

“Sin Pet Sounds, Sgt. Pepper no habría existido… Pepper fue un intento por igualar al Pet Sounds” . George Martin

Henry Flores
*publicado previa edición en la revista DEMO (
www.revistademo.tk)

miércoles, diciembre 06, 2006

COMETS ON FIRE
Avatar
Subpop (2006)

Considerados por los medios de su país como una de las treinta bandas de mejor actuación en vivo en estos momentos, este quinteto norteamericano es conciente que los términos sicodélico y progresivo que les han acuñado, no sólo tienen que ver con canciones épicas, oníricas y lisérgicas, sino además con la búsqueda de la expansión de la conciencia y la experimentación intensa, que conlleva a una libertad artística y personal. A partir de ese conocimiento buscan madurar como artistas y que su público madure con ellos, todos cada vez más expectante por cada nueva entrega discográfica. Un camino poco común a seguir para bandas de este nuevo milenio, tan acostumbradas a la fama efímera y el placer temporal con canciones que son remedos burdos de otras.

Muchos celebraron con entusiasmo su anterior trabajo Blue Cathedral (2004), una pequeña obra maestra de la sicodelia puesta al día para este nuevo milenio. En contraste a lo que muchos esperan, Avatar no es la continuación “predecible” de las estructuras grandilocuentes que te llevan al espacio infinito, aquí ¡oh sorpresa!, hay un reconfortante aterrizaje a la Tierra, con canciones más asequibles, ya sean con estrofas y estribillos o instrumentales, y líneas melódicas a medio tiempo hermosamente trabajadas (Lucy’s Memory), que se contraponen con el sonido de garage y los espasmos zepellinianos (Dogwood Rust) también presentes. Soup Smoke es un instrumental cuasi perfecto, más de ocho minutos de simpleza y virtuosismo de rock básico, sólo bastan las guitarras con las percusiones adecuadas y pequeños arreglos de teclados, para ser trasladados a una especie de danza antigua que por ratos se debate entre una marcha de guerra y una celebración carnavalesca. Y para los que extrañan los viajes ácidos se pueden dar más que satisfechos con The Swallows Eyes, con guitarras por momentos bastardas de Hendrix o de Procul Harum y de los Stooges, y adornos prestados del art noise.

Avatar en la religión Hindú significa la encarnación terrestre de su dios Vishnu. Título bastante adecuado para los Comets, que han dejado por unos momentos los viajes siderales para darnos un aventón y llevarnos a su mundo interior.
Henry Flores
*previa edición en la revista DEMO (
www.revistademo.tk)

CSS
Cansei de Ser Sexi
Subpop(2006)

Los brasileños de CSS o Cansei de Ser Sexi (“Cansado de ser Sexy”) son la primera banda sudamericana en ser fichada por la SubPop -otrora abanderada del grunge-, convirtiéndose en una exótica adquisición, no sólo por su sangre latina y sus cinco féminas (una
de origen asiático) más un tipo afortunado, sino además por su mezcla de rock, disco, techno y chispazos de art noise. Todo esto plagado de versos altamente explícitos, a veces repetitivos y huecos.

Algunos críticos ironizan al decir que CSS “miente” respecto a que están cansados de ser sexy porque la mayoría de sus letras demuestran lo contrario. Dicha aseveración no toma en cuenta el correcto significado de la palabra sexy, que está referida a la persona que tiene gran atractivo físico y sexual. Partiendo de esto decimos con sustento que los CSS si están cansados, y demuestran su aburrimiento y alejamiento del atractivo erótico con algunas expresiones que rozan lo vulgar (Art Bitch: “lick my art tit and suck my art-hole”), lo estúpidamente misógino (Meeting Paris Hilton: “Fui dónde la perra, la perra estaba caliente...ella vino hacia mi y dijo: ¿te gusta la perra?, perra”) y hasta el sin sentido gramatical como en Fuck Off Is Not The Only Thing You Have To Show, ¿alguien se atreve a traducir esta frase?.

Afortunadamente si logran llamar la atención en el plano musical. Este matriarcado convence con el rock pop de Patins, el pegajoso techno rock de Alala o la notable versión disco de Let`s Make Love And Listen To The Death From Above, su single de presentación. Los feedback y las distorsiones se inoculan muchas veces, con resultados interesantes como en CSS Suxx, donde la retroalimentación de la guitarra distorsionada se mantiene de principio a fin mientras se repite unas setenta veces el título de la canción. Si queremos darnos al desenfreno en las pistas de baile, con esto estamos más que servidos. Si pretendemos tenerlo como disco de cabecera, aquel que te acompañe o motive sentimientos, ¡olvídalo!, esto es sólo para mover los pies. Tu corazón y cerebro deben estar en reposo.
Henry Flores
*publicada previa edición en la revista DEMO (www.revistademo.tk)

THE RACONTEURS
Broken Boy Soldiers
V2 (2006)

Si alguna vez te preguntaste como Jack White arreglaría sus canciones con los White Stripes si tuviera un bajo y una segunda guitarra a la mano, pues aquí no hay muchas sorpresas ni novedades, la mayoría de los arreglos son previsibles dentro del esquema de un cuarteto de percusiones y cuerdas. Pero The Raconteurs es un pequeño monstruo de dos cabezas, y la otra parte del bípedo es Brendan Benson, solista power pop de mediano prestigio, que junto a su paisano White, ambos de Detroit, no sólo comparten las voces y las guitarras –apoyados en bajo y batería por integrantes de The Greenhornes- sino la autoría y la producción, lo que los hace responsables por igual de los goles de media cancha y los penales cometidos.

Steady As She Goes, el single de bienvenida, tiene todo lo que se necesita para engancharte: un intro de base rítmica, un riff cortante y repetitivo, coros simples y pegadizos, y esporádicos solos de guitarra tan minimalistas que los puedes tocar hasta con los pies. Hands trata de mantener la diversión pero se cae rápidamente en sus estribillos faltos de ideas y casi monocordes. Felizmente llega el primer punto alto con la zepelliniana y oscura Broken Boy Soldier, que sale al rescate con sus percusiones a puros platillos y un bajo incisivo que crean un ambiente de angustia inquietante. La sorpresa está en la soberbia Intimate Secretary, cuya producción hace que te quites el sombrero: sonidos superpuestos con guitarras acústicas y eléctricas, loops de teclados, estrofas a dos voces y ciertas partes con voz distorsionada, todo esto muy bien amalgamado, como si detrás de la consola estuviera el mismísimo Phil Spector.

La complaciente Together es lo más rescatable de los temas “suaves”, ya que Yellow Sun y Call It Day son totalmente prescindibles, pretendiendo esta última copiar sin efectividad ciertos coros beatlescos. En Level y Store Bought Bones la nostalgia por el garage queda superada al más puro estilo de los Stripes. Y no cabe duda que guardaron lo mejor para el final, Blue Veins es un descarnado y atrevido blues que termina dándole lo que le faltaba al disco: nervios, pasión y puro sentimiento.
Henry Flores
*Publicado previa edición en la revista DEMO (www.revistademo.tk)

NEIL YOUNG
Living With War
REPRISE / WEA (2006)


Cuando vio la luz el Pairie Wind (2005), por su naturaleza apacible y nostálgica parecía que su autor por fin encontraba la calma a sus 60 años, percepción que no tomó en cuenta su personalidad alborotadora y a contracorriente. Y es que un alma como la de Neil Young nunca está quieta, sobre todo en tiempos de guerras e injusticias. Por eso cuando nadie se lo esperaba, en sólo seis días grabó esta nueva placa que etiquetó como metal-folk de protesta.

El disco está lleno de versos directos y reflexivos, corrosivos y pacíficos, de unidad y contestatarios, con denuncias y muchas ganas de sacar ronchas. Para protestar con rabia y reflexión, Young recurrió a los sonidos de su mejor época con Crazy Horse, al sonido básico de guitarra , bajo y batería, a aquellos riffs sucios que apadrinaron al grunge. El resultado: un brillante, perturbador y emotivo álbum de protesta con sabor a garage, algunos coros gospel y pinceladas muy oportunas de vientos de trompeta.

Aquí se habla de cuatro principales cuestiones. La primera es que vivimos en guerra, sufrimos y no hay motivos válidos para pelear. En After The Garden no necesitamos de hombres malos, de batallas apestosas, de cortes militares ni de botas brillantes. Living With War con su melancólica trompeta admite que vivimos en conflicto, incluso en nuestros corazones, pero hacemos votos sagrados de nunca volver a “matar” recordando la paz. La rabiosa y convincente The Restless Consumer proclama que no queremos más féretros cubiertos con banderas, el “no necesitamos más mentiras” se escucha a cada rato. ¡Es hora de actuar!, ya que por más maldita Jihad que haya, el odio no negocia con Dios. Shock And Wave, Families y Flags of Freedon siguen la misma línea, mostrando el dolor de perder a seres queridos, niños temerosos, la añoranza del soldado por regresar a casa y el deseo de ver flamear las verdaderas banderas de libertad.

La segunda cuestión, la más directa e iconoclasta, es el pedido urgente de procesar judicialmente a George W. Bush y hacer que renuncie. Let’s Impeach The President debe ser una de las canciones más radicales y frontales que jamás se hayan escrito en contra de una autoridad y para eso Neil no sólo le cuestiona su horripilante actitud falsa, bélica y de omnipotencia, sino que además le saca los trapitos sucios en su propia casa cuando menciona su falta de interés con las víctimas de New Orleans -la mayoría de raza negra- o el manoseo de la religión para conseguir apoyo. Looking For A Leader, con sus potentes riffs y coros elegiacos de fondo, aborda la tercera cuestión, la de buscar un nuevo líder que junte la roja, blanca y azul (bandera yanqui) antes que se conviertan en piedra, que elimine la corrupción y haga fuerte al país.

Finalmente está la esperanza en un mejor futuro y el llamado a vivir en hermandad con el precioso himno gospel America The Beautiful, que nos recuerdan a cultos pentecostales en los que Young perfectamente calzaría como un profeta de estos tiempos.
Henry Flores
*publicado previa edición en la revista DEMO (www.revistademo.tk)