martes, mayo 16, 2006


The Who Tommy (Polydor 1969)


SI PUEDES OÍRME PUEDES SENTIRME,
SI PUEDES TOCARME PUEDES CURARME

En pleno ocaso de los fabulosos años sesentas la escena musical fue sorprendida por el nacimiento de Tommy, no estamos hablando de un niño de verdad sino del disco que plasma su vida. Los padres de la criatura, la banda británica The Who - liderados por su guitarrista hiperquinético Pete Townshend- crearon lo que muchos críticos consideran la primera ópera rock o cantata rock. Un álbum que los elevó a la categoría de grupo de culto, superpopulares por toda la orbe y el reconocimiento a Townshend como uno de los compositores más talentosos y respetados del momento.

Tommy es la historia ficticia de Tommy Walker. Nacido en 1914, fue considerado huérfano de padre, pues se creía que éste había muerto combatiendo en plena Primera Guerra Mundial. En 1921 el capitán Walker regresa inesperadamente a casa y asesina al nuevo amante de su esposa en frente del pequeño Tommy de siete años de edad, cuyos padres al percatarse de su presencia lo convencen de que no ha oído ni visto nada y que por lo tanto no puede decir nada a nadie, como resultado de este trauma el niño se vuelve sordo, mudo y ciego. A pesar de los diversos tratamientos a los que es sometido –incluso una gitana le hizo probar ácido lisérgico- nada parece dar buenos resultados, no reacciona ni siquiera en fiestas tan emotivas como la Navidad donde la figura de Jesús y el orar le son ajenos.

Durante su niñez y adolescencia pasa largas horas “contemplándose” frente al espejo, experimenta visiones sobre un tipo alto vestido con trajes dorados y de barba larga, una especie de líder que hace viajes espirituales internos mientras aprende a interpretar diversas sensaciones. También sufre maltrato físico por parte de su desalmado primo Kevin y es molestado sexualmente por su tío Ernie. No obstante, el chico aprende a jugar con la máquina de pinball y llega a ser campeón mundial, adquiriendo una legión incontable de seguidores que ven en él a un tipo con habilidades excepcionales.

Sus padres lo llevan con un doctor que promete curarlo milagrosamente, pero en sus análisis se dan cuenta de que él es capaz de ver, oír, hablar y que su estado se debe a un bloqueo mental. Tommy por fin se cura con una emoción fuerte provocada por su madre al romper el espejo donde él se “miraba”. Este milagro llega a hacerse público causando gran sensación, sus seguidores se multiplican por miles, lo hacen su guía espiritual y se reclutan en su casa participando en rituales extraños y jugando pinball con vendas en los ojos, tapones en los oídos y con un corcho en la boca. Pero la gente se rebela contra él y lo abandonan al darse cuenta de las falacias de sus enseñanzas y de la explotación que sufren por parte de sus parientes.

Toda esta biografía es contada en veinticinco canciones a través de diálogos- el personaje principal en la voz de Roger Daltrey-, narraciones en tercera persona, instrumentales oníricos, buenos arreglos musicales y la
gran imaginación y pluma de Townshend quien es autor de casi toda la obra con dos temas del bajista John Entwistle, uno del baterista Keith Moon y un cover del blusero Sonny Boy Williamson.
Cada tema crea la atmósfera adecuada para el desarrollo de la trama, entre las más sobresalientes tenemos a 1921, Sparks, Christmas, The Acid Queen, Pinball Wizard, Go To The Mirror, Sally Simpson, Welcome y We’re Not Gonna Take It, todas plagadas de inquietantes bases rítmicas, algunos juegos de voces y acordes electroacústicos muy ricos en ideas que le dan una estructura sólida al álbum. A pesar de la prescindible Underture -instrumental excesivo y repetitivo de 10 minutos-, considero a este disco como uno de los mejores álbumes en la historia del rock ... Can You Hear Me?.

HENRY FLORES
*publicado previa edición en la revista DEMO (www.revistademo.tk)


Mudhoney
Under A Billions Sun
Sub Pop (2006)


Cuando el año pasado Mark Arm me comentó que este álbum lo estaban grabando con tres productores, lo primero que pensé es que los Mudhoney buscaban darle un mayor eclecticismo nunca antes dado con radicalidad. Un eclecticismo a un sonido caracterizado por el uso magistral, vehemente y por momentos amateur de sus distorsiones.

Ahora que tengo el disco, los sentimientos encontrados son inevitables. Lo mejor y lo más flojo están en su negación al cambio drástico, semejante ambigüedad solo tiene una explicación: los Mudhoney nacieron jóvenes, se hicieron populares siendo jóvenes y quieren envejecer con espíritu joven.

La marca de estos productores pareciera no notarse musicalmente, ya que la temática y los sonidos guardan similitud y una coherencia que por momentos se vuelve demasiada estricta como en I Saw The Light, Empty Shells y On the Move. Pero si prestamos mayor atención, nos damos cuenta que las distintas formas de grabar han creado esa sensación de hacer las cosas como si fuera la primera vez y así mantener la esencia de la banda.

Al igual que en Since We’ve Become Translucent (2002)-su mejor trabajo hasta la fecha- han incorporado sesiones de vientos. Uno puede sentirse extraño o reconfortado al oír por primera vez las guitarra distorsionadas que se mezclan con la trompetas, la tuba o el trombón como en Blindspots, Let’s Drop In y Where Is The Future, sobre todo en ésta última: batería anfitriona y acordes oscuros más vientos que dan intensidad a la atmósfera de cólera y frustración de esta canción protesta (“where is the future that was promised us, where is the future for everyone, where is the future of fun, I’m sick to death of this one”/ “dónde esta el futuro que nos prometieron, dónde esta el futuro de todos, dónde esta el futuro de diversión, estoy harto de esto”).

En It Is Us, tema grunge promocional, la voz de Mark suena bien y muy cómoda , sin esforzarse demasiado y los solos de Steve Turner tienen la energía suficiente con cierto virtuosismo amateur. El nombre del disco viene de la sombría Endless Yesterday (“If a billions suns covered every inch of space, today would be endless, endless, endless yesterday, under a billions suns you’d still be mine”/ “si un billón de soles cubrieran cada pulgada del espacio, hoy día seria interminable, interminable, el ayer interminable, bajo un millón de soles tu aún serías mía”) .

Los sonidos fuzz incrementan la tristeza de la soledad en In Search Of y la impotencia que uno siente frente a la guerra en Hard On For War (“The little boys are fighting, they have left us all behind, the little boys are dying to preserve our way of life, It’s our patriotic duty to makes love tonight” / “los jovencitos están peleando, han dejado todo atrás, los jovencitos están muriendo para preservar nuestra forma de vida, es nuestro deber patriótico hacer el amor esta noche”).

Por último, A Brief Celebration Of Indifference es un instrumental de diversión e improvisación en la cochera, es decir, son ellos en su estado más ortodoxo. El balance termina siendo positivo para estos “jovencitos” de Seattle.
HENRY FLORES
*Publicado previa edición en la revista DEMO (www.revistademo.tk)