domingo, junio 29, 2008

“QUÉ VIVA LA MÚSICA” - Andrés Caicedo

Salsa, drogas y rock n’ roll

¿Qué resultaría, si mezcláramos a los Rolling Stones con la salsa de Richie Ray & Bobby Cruz? Hace más de treinta años el caleño Andrés Caicedo lo hizo, pero no con una consola para mezcla de audios, sino con tinta, papel y mucha imaginación. El resultado, un elemento poderoso que le da vida y razón de ser a María del Carmen Huerta. Ella en agradecimiento decide contar su azarosa vida, haciendo que su creador escriba la única novela completa que llegaría a publicar en su corta existencia.

“Qué viva la música” retrata crudamente a los adolescentes y jóvenes caleños de los setentas, un mapeo vigente hasta hoy, no sólo de Colombia, también de Latinoamérica. Sus rumbas, sus drogas, sus crímenes, sus sueños, sus pensamientos retorcidos, su crueldad, su modus vivendi escapista y efímero. Los “culicagaos” podrán ser todo lo bueno o lo malo que quieran, pero siempre serán honestos y consecuentes con sus actos, sin poses.
La novela está narrada en primera persona. María del Carmen es una chica rubia, hermosa, de clase media, que habita la zona norte de Cali. Llevada por su adicción a la música, decide vivir por y para ella, sin importarle ir descendiendo de clase social (del Norte se va al Sur y luego al Este), ni tampoco cometer los actos más impensables (consumo desmedido de drogas, terminar de puta) y amorales (robar a turistas, promiscuidad sexual) para una “chica de buena sociedad”. Todo lo vive y todo lo soporta, mientras haya un lugar o una persona que le ofrezca la rumba de cada día. Aquí los hechos se cuentan de manera directa, cruda, sin inhibiciones, con una sinceridad que por momentos nos pone los pelos de punta. Todos los pensamientos o reflexiones le pertenecen sólo a la protagonista, estemos o no de acuerdo es lo que menos importa, conformémonos con sólo escucharla.
El autor vivió en carne propia mucho de lo experimentado por su ¿álter ego?. Con total conocimiento supo moldear y trazar el destino de su heroína, la dejó rumbeando y derrumbándose para siempre. El mismo día que recibió el primer ejemplar editado (4 de marzo de 1977), Caicedo termina con su vida tomando sesenta pastillas de Seconal, siendo consecuente con su predicación de que vivir más de 25 años era una locura y no valía la pena (“Muérete antes que tus padres para librarlos de la espantosa visión de tu vejez” ) . Andrés la tenía muy clara, con el libro en sus manos sabía que ya le había ganado a la vida, sólo le quedó cerrar los ojos para gozar de la juventud eterna y pasar a la posteridad como un mito que todavía nos sigue hablando y cautivando.
HENRY FLORES

viernes, junio 13, 2008

MEGADETH EN LIMA – EXPLANADA ESTADIO MONUMENTAL, 11 JUNIO 2008

“¡Más volumen pa’ los pobres!”

Si estuviéramos en los noventas, les juro que hubiera disfrutado plenamente este concierto. Dos razones de peso:

1) No estaría trabajando de lunes a sábado de 7 a.m. a 3 p.m. Por lo tanto no iría cansado al evento, ni preocupado por levantarme temprano al día siguiente. Porque esos dos estados se multiplican por cien (agobiando y desanimando) cada vez que se hace algo en la explanada del Estadio Monumental, es el peor lugar para un concierto de esta magnitud, no hay asfalto, pura tierra, queda recontra lejos del centro de Lima, y después de las 10 p.m. encontrar un taxi o combi se vuelve más difícil que hallar el santo grial.

2) Megadeth estaría con su mejor formación (Friedman, Ellefson), y la voz de Mustaine sería perfectamente gutural, no el remedo que se escuchó el miércoles último.

Digamos que disfruté a medias las casi dos horas de riffs demoledores, machacantes, perfectamente sincronizados y a velocidades superiores a la de un pedo. Y es que MEGADETH como combo instrumental aún funciona y da batalla, los “nuevos” integrantes (Chris Broderick en guitarra y James Lomenzo en el bajo) son virtuosos y se saben toda la enciclopedia de los temas clásicos de la banda. Dave Mustaine a pesar de la parálisis que lo aquejó en uno de sus brazos hace algún tiempo, luce completamente recuperado, y masturba frenética y compulsivamente el mástil como en sus años mozos. Así quedó demostrado desde al arranque con “Sleepwalker” (de su último disco United Abominations), un remozado trash metal que sirvió de intro a la oleada de clásicos como “In My Darkest Hour”, “Hangar 18” , "A Tout le Monde" o la imperecedera “Symphony of Destruction”.

El público se portó a la altura de las circunstancias, era el verdadero bautismo metal (con una banda gigante, trascendente e influyente) del público limeño, así que los miles de congregados se portaron como debía ser: coreando, saltando, pogueando, sacándose la mierda e intentando romper las vallas de seguridad para acceder a mejores ubicaciones. Las melenas revoloteaban como látigos y los gritos en plan karaoke te hacían olvidar por ratos que el pobre Mustaine sudaba la gota gorda con sus cuerdas vocales.

Mi ticket era el más barato. Por mi zona no llegó el nivel respetable de decibeles que los fanáticos reclamaban. El mejor recuerdo que guardo de aquella noche no son las pantallas gigantes que mostraban a Mustaine como un dios del metal, ni las palabras en español que dijo o la sinergia con la gran masa extasiada. Lo que suena hasta ahora en mi mente son las palabras de un anónimo fan que desde lo más lejos del escenario se desgarraba gritando: “¡más volumen pa’ los pobres!”, poniendo la anécdota que faltaba, un genio el tipo.
HENRY FLORES
Megadeth: Symphony of Destruction:

lunes, junio 09, 2008

La grabación más añeja del mundo

Muchos de los que nos consideramos melómanos hasta la muerte, nos gusta coleccionar álbumes o canciones en diversos formatos. Desde el depurado CD hasta los nostálgicos vinilos, pasando por el reducido mp3. La grabación más antigua que poseo es un vinilo (LP) de música clásica del año 1953 del sello RCA.

Por eso, con entusiasmo y curiosidad, celebré el enterarme que unos científicos en abril de este año mostraron al mundo su asombroso descubrimiento: la reproducción audible de la canción folclórica francesa "Au Clair de la Lune", considerada como la grabación de la voz humana más antigua que se tenga conocimiento hasta la fecha. Esta data de 1860, superando por 17 años en antigüedad al “Mary Had a Little Lamb” de Thomas Edison.

fonoautógrafo:


David Giovannoni y Patrick Feaster, dos historiadores norteamericanos, descubrieron una versión de "Au Clair de la Lune", de Pierrot Répondit, grabada con la ayuda de un aparato llamado fonoautógrafo. Este aparato fue inventado por el francés Edouard-Leon Scott de Martinville, quien logró crear imágenes visuales del sonido usando una aguja que se movía con las ondas sonoras y las marcaba en un papel cubierto de hollín. Aunque nunca logró reproducirlas (su motivación era más científica que comercial) tuve la acertada idea de patentarlas en la oficina de patentes francesa.

Diversas grabaciones que realizó Répondit, fueron escaneadas y sometidas a complejas técnicas de lectura óptica en los laboratorios Lawrence Berkley en California. Tanto esfuerzo se vio recompensando cuando pudieron extraer y reproducir unos diez segundos de la añeja canción.

En esta nota les adjunto dicho descubrimiento, que gracias al software Audacity he podido editarla a treinta segundos. Ahora podrán alardear diciendo que han escuchado una grabación de más de ciento cuarenta años.

boomp3.com
HENRY FLORES