Warner Bros. (2006)
¿Obra monumental y maestra? ¿El mejor álbum de estos tíos de California? ¿Una colección de Greatest Hits? No pues, tampoco es para tanto. Aunque cierta prensa española se ha ido al otro extremo y lo ha calificado como uno de los peores del año. Yo aquí encuentro muchas -por no decir demasiadas- canciones de diversos estilos que han explorado los Peppers en su larga trayectoria de más de dos décadas, desde el rap-funky más pegadizo y potente hasta las baladas acogedoras y algo almibaradas. ¿Acaso una especie de revisionismo musical?, podría ser, pero se siente un tufillo pretencioso en todo esto que de alguna manera está relacionado con el éxito de ventas del disco, liderando por primera vez la lista de los más vendidos de su país en la semana de su lanzamiento.
Grabado en el 2005 durante más de nueve meses y producido -por enésima vez- por Rick Rubin, lo que al principio iba a ser una trilogía de álbumes lanzados cada medio año, terminó condensándose a 28 canciones en un álbum doble dividido en Júpiter y Marte. En el primer planeta, Dani California, el single, es un tema pop amigable –a lo By The Way o Californication-, este éxito también fue su cruz cuando se les acusó de plagio al compararlo con la necrófila Mary Jane’s Last Dance de Tom Petty. Snow (Hey Oh), Stadium Arcadium y Hey siguen la misma dirección de Dani y las baladas como Strip My Mind o Slow Cheetah encuentran a Kiedis en muy buena forma vocal acompañado por los cálidos falsetes de Frusciante, este último junto al enorme trabajo en guitarras nos demuestra que es el cerebro de las melodías y los círculos armónicos en los Peppers. En los temas funky como Charlie o Hump De Bump, las frenéticas líneas de bajo de Flea se balancean tan bien con las percusiones de Chad que no me imagino a uno de ellos desertando de la banda sin causar un terrible e irreparable handi-cap.
Marte es más de lo mismo, no hay duda que tienen un doctorado con honores en estos ritmos y estilos. La semiacústica Desecration Smile es de lo mejorcito en voces, la cadenciosa Tell Me Baby nos hace mover el esqueleto sobre todo en las partes rapeadas. Hard To Concentrate sorprende, al menos para los andinos, con sus momentáneos solos de guitarra que se parecen al ¡huayno tocado con arpa!. La soberbia y excitante Readymade con ese intro vitamínico de bajo y sus guitarras furiosas nos recuerda que ellos cimentaron desde sus inicios las bases para lo que después harían bandas como Rage Against The Machine.
¿Obra monumental y maestra? ¿El mejor álbum de estos tíos de California? ¿Una colección de Greatest Hits? No pues, tampoco es para tanto. Aunque cierta prensa española se ha ido al otro extremo y lo ha calificado como uno de los peores del año. Yo aquí encuentro muchas -por no decir demasiadas- canciones de diversos estilos que han explorado los Peppers en su larga trayectoria de más de dos décadas, desde el rap-funky más pegadizo y potente hasta las baladas acogedoras y algo almibaradas. ¿Acaso una especie de revisionismo musical?, podría ser, pero se siente un tufillo pretencioso en todo esto que de alguna manera está relacionado con el éxito de ventas del disco, liderando por primera vez la lista de los más vendidos de su país en la semana de su lanzamiento.
Grabado en el 2005 durante más de nueve meses y producido -por enésima vez- por Rick Rubin, lo que al principio iba a ser una trilogía de álbumes lanzados cada medio año, terminó condensándose a 28 canciones en un álbum doble dividido en Júpiter y Marte. En el primer planeta, Dani California, el single, es un tema pop amigable –a lo By The Way o Californication-, este éxito también fue su cruz cuando se les acusó de plagio al compararlo con la necrófila Mary Jane’s Last Dance de Tom Petty. Snow (Hey Oh), Stadium Arcadium y Hey siguen la misma dirección de Dani y las baladas como Strip My Mind o Slow Cheetah encuentran a Kiedis en muy buena forma vocal acompañado por los cálidos falsetes de Frusciante, este último junto al enorme trabajo en guitarras nos demuestra que es el cerebro de las melodías y los círculos armónicos en los Peppers. En los temas funky como Charlie o Hump De Bump, las frenéticas líneas de bajo de Flea se balancean tan bien con las percusiones de Chad que no me imagino a uno de ellos desertando de la banda sin causar un terrible e irreparable handi-cap.
Marte es más de lo mismo, no hay duda que tienen un doctorado con honores en estos ritmos y estilos. La semiacústica Desecration Smile es de lo mejorcito en voces, la cadenciosa Tell Me Baby nos hace mover el esqueleto sobre todo en las partes rapeadas. Hard To Concentrate sorprende, al menos para los andinos, con sus momentáneos solos de guitarra que se parecen al ¡huayno tocado con arpa!. La soberbia y excitante Readymade con ese intro vitamínico de bajo y sus guitarras furiosas nos recuerda que ellos cimentaron desde sus inicios las bases para lo que después harían bandas como Rage Against The Machine.
El resto de canciones continúa con esta antología de estilos, todas hechas para gustar y entretener, pero son tantas que de repente comienzas a recordar aquel famoso dicho que todo en exceso hace daño, no sé si a los oídos (difícil resistir la tentación de maximizar decibeles) pero si a tu gusto por la banda. No olvidemos que a veces lo mejor viene en frasco pequeño.
HENRY FLORES
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