lunes, setiembre 12, 2005



THE WHITE STRIPES
GET BEHIND ME, SATAN
V2 RECORDS (2005)
En su fabuloso austero pero efectivo disco anterior, Elephant (2003), Jack White gritaba desesperadamente que no sabía que hacer consigo mismo ( en la canción I Just Don´t Know What To Do With Myself , tema original de Burt Bacharach y Hal David), y es que luego del éxito de su tercera placa White Blood Cells (2001) y de su consolidación en el 2003 con el hit Seven Nation Army, esta frase parecía escogida deliberadamente como súplica por una respuesta ante la pregunta sobre qué camino artístico debería tomar él (es decir, los White Stripes) en los próximos años, la respuesta, señores, la tenemos por fin en el Get Behind Me, Satan.

Esta quinta placa de los “hermanos” White (Jack y Megan), lanzada en Junio de este año, es un ejemplo claro de la evolución no natural pero si bien calculada de una banda de rock, en donde se entrega un poco más de lo mismo porque es lo que mejor saben hacer sin correr el riesgo de sacrificar el “respeto” ganado, pero agregándole nuevos elementos para darse esperanzas de evolución creativa y de paso dárnoslas a nosotros mismos y por ende dar esperanzas al rock y todo lo que involucra. En cuanto a la música, se han vuelto un poco más barrocos, manteniendo el equilibrio entre la melodía y la improvisación al que ya nos tienen acostumbrados, además han incluido nuevos instrumentos, aparte de la dupla guitarra y batería, entre los cuales sobresalen el uso de la marimba y el empleo del triángulo. Obviamente, Jack mantiene la calidad de sus letras, pero esta vez le ha impreso un toque más satírico, y los cortes My Doorbell y Passive Manipulation son claras muestras de ello. En lo que respecta a Megan, a pesar de que solo canta poco más de medio minuto en todo el disco, su sonido de batería se muestra contundente aunque ya se hace necesario que aprenda más técnicas con sus baquetas.

Pasemos a revisar algunos surcos del disco para darnos alguna idea de como suenan las canciones. Veamos el primer track, Blue Orchid, single y hit del disco. Comienza con un riff simple, repetitivo y pegadizo, acompañado por una base rítmica sin variaciones que da la impresión de que solo se emplea para marcar el tempo, pero este es el negocio de los Stripes, minimalistas ¿no?. La canción es pegadiza, fácil de asimilar y efectiva al trasmitir el ritmo y el mensaje al oyente, en ella el cantante dice que algo es mejor que nada, luego le pregunta a una chica sobre cuan atrevida es y cuantos años tiene, le reclama que nada la complace y luego le pide que se coloque detrás de él, acaso le esta cantando al demonio disfrazado en una mujer?. La melodía no sorprende porque sigue el estilo ya clásico en ellos, con una voz que hace uso del falsete , pero gusta como el chicle.

En Nurse, se escucha un elemento nuevo en la música de este dúo, el empleo de la marimba, interrumpido cada cierto tiempo por un riff corto acompañado de un golpe de bombo y platillo, en el estribillo se habla sobre la promesa de no defraudarle a alguien, luego se agregan unas dulces pinceladas de piano. Pasando al segundo single del disco, My Doorbell, esta comienza con una percusión acompasada y festiva , que sirve de entrada al piano y a la voz, una melodía pegadiza y con una letra divertida que evoca el timbre de una puerta a cada momento.

De nuevo la marimba entra en acción en Forever For Her (Is Over For Me), pero esta vez para acompañar a una preciosa balada, los timbres alegres de la marimba hacen un contraste perfecto con la melodía triste y desesperada que retrata la frustración que siente un hombre cada vez que pelea con su pareja. En Little Ghost, canción acústica con base rítmica simple, los Stripes demuestran lo bien que han asimilado las influencias de la música country. Luego, la fuerza del grupo se hace presente con The Denial Twist, excelente canción, donde sale a relucir el espíritu “garagero” de la banda, es toda una clase maestra de como lograr hacer música cruda con solo un piano y una batería.

Jack frente al piano puede ser capaz de crear melodías dulces, una clara muestra de ello es White Moon, pero lo que más llama la atención de esta canción, es la manera en como le demuestra su admiración a la legendaria y guapísima Rita Hayworth con una letra tierna y surrealista a la vez. Otra de las gratas sorpresas, es la canción Instinct Blues, tema crudo, un blues eléctrico con mayúsculas, lleno de guitarras distorsionadas con variaciones de tiempo, que por ratos se hace lento pero solo para recobrar fuerzas y arremeter de nuevo de forma visceral, cuenta con un final propio de una actuación en directo.

La “vedette“ del disco es Passive Manipulation, la única canción que canta Megan (lástima que solo dure un poco más de medio minuto), en ella se aconseja a las mujeres a que no sucumban ante los deseos de los hombres, se escucha de fondo el piano de Jack con una tímida percusión. La letra es tan sarcástica y divertida, que a pesar de ser corta consigue llamar muy bien la atención. Take, Take, Take, otro corte surrealista y otro homenaje a Rita Hayworth, cuyos acordes de piano acelerados y desacelerados hacen una perfecta suite con la voz de Jack, pero a pesar de eso es una canción prescindible.

En As Ugly As I Seem, es imposible evitar el acompañar esta canción con las palmas, una demostración de que se han nutrido muy bien del folk, al escucharla uno confirma que los White Stripes tienen un buen y amplio bagaje musical. La crudeza vuelve a aparecer con Red Rain, el inocente inicio con un suave sonido de guitarra slide evita que presagiemos la buena dosis de distorsiones que nos espera, no se extraña para nada ni al bajo ni a los teclados. Con sus versos, Jack no solo reclama, sino que exige la atención de las mujeres, ¿será un mensaje para Meg o Renee Zellweger?.

Y por último tenemos a la hermosa balada I’m Lonely (But I Ain’t That Lonely Yet),cuya melodía es de esas que a uno le agrada escuchar en invierno u otoño, en donde se habla de la soledad física acompañada de buenos recuerdos y sentimientos hacia los seres queridos. El piano una vez más empalma de manera perfecta con la voz y sobre todo con lo que se quiere trasmitir.


Luego de navegar y surfear por todos las canciones, podemos llegar a la conclusión que el Get Behind Me, Satan es un buen disco lleno de melodías pegadizas y variadas con una base rítmica efectiva, con poquísimas pero agradables sorpresas, no estará a la altura de su predecesor, pero le sirve a los White Stripes para mantener el statu quo como uno de los abanderados del nuevo rock de “garage” y del rock en general. En cuanto a nosotros, los simples mortales, es bueno saber y sobre todo escuchar, que todavía en estos tiempos es posible seguir haciendo buena música con elementos simples, sin caer en situaciones vergonzosas y decepcionantes (esto va para los Strokes!), y viajar a la velocidad del sonido con solo presionar play.

Henry Flores R.
*Publicado previa edición en la revista DEMO (agosto 2005)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante e instructiva.