UN VIENTO FRESCO LLAMADO THE CRANBERRIES

(8 de febrero de 2010-Explanada del Estadio Monumental, Lima-Perú)

Dolores, no sé cómo haces para conservar en perfecto estado tu sinuosa e hipnótica voz. La noche del lunes, tus susurrantes cuerdas vocales se sintieron como el bendito viento fresco que uno espera en el verano (“Linger” fue eso y mucho más). A pesar que el sonidista se quedó dormido o no trajeron equipos que estuvieran al nivel de tu banda te diste mañana para expresarte con todo. Tu alegría y vitalidad fueron desbordantes en el escenario, ¿dije escenario?, ¡por Dios!, parecía una tarima lo que los organizadores instalaron, pero no importó mucho, igual nos deleitamos con tus saltos, movimientos de caderas, tus palabras educadas, fuerza interpretativa, tu liderazgo; y tus esporádicos solos con tu guitarra SG simplemente me conmovieron tanto como si fueras una pequeña Santana. Noel, tu hombre de las seis cuerdas, arremetió con todo en canciones como “Salvation” o “Zombie”, aunque otra vez el maldito sonido de los parlantes no le hizo justicia a esos acordes abrasivos que se morían por calcinar a todos los presentes.

The Cranberries, con temas tan hermosos como “Ode to My Family” o las apasionadas “Ridiculous Thoughts” y “Zombie”, fuiste como un autobús del tiempo que me regresó a mi niñez noventera. Y con “Dreams”, “Linger” o “When You’re Gone” convencieron a más de diez mil personas que no son solo una banda para revivir vivencias o evocar recuerdos, vuestras canciones han madurado muy bien con el tiempo, suenan actuales y aseguran su vigencia por muchos años. Gracias por esta inolvidable noche de verano.

HENRY FLORES