lunes, julio 27, 2009

NEIL YOUNG
FORK IN THE ROAD

Neil Young ha vuelto a la ruta, y no se trata de una frase hecha. Durante el pasado mes de enero el músico recorrió USA con un Lincoln Continental de 1959 adaptado especialmente para eliminar el consumo de derivados del petróleo. Ese viaje inspiró un puñado de nuevas canciones que junto a otras que ya había estrenado en vivo (“Just Singing a Song”) redondean un compacto set predominantemente eléctrico.

Fork in the Road corría el riesgo de convertirse en un previsible alegato ecologista más, sin embargo, Neil logra captar la atención a fuerza de actitud roquera y sus ya clásicas guitarras distorsionadas. El canadiense habla de renovar los antiguos motores para no dañar más al planeta y del placer de conducir por las largas carreteras americanas, pero el concepto no logra encasillarlo y da cuenta de los temas que siempre lo han obsesionado. Por eso aunque ahora G. W. Bush descanse en su rancho de Texas, le dedica unos versos en la canción “Fork in the Road”: “...este año se olvidaron de saludar a las tropas/ Todos ellos están ahí todavía/en una jodida guerra/ es inútil, ¿de quién fue la idea?...”

El trajinar cansino pero decidido con que abren el camino las guitarras en “When Worlds Collide”, la adicción instantánea que genera “Fuel Line”, la familiaridad con que “Just singing a song” nos transporta a un terreno más clásico y la candidez de “Light a Candle”, son argumentos irrefutables a favor, aún frente a la anemia lírica de la que padecen piezas como “Cough Up The Bucks”. Si la referencia obligada y parámetro absoluto cuando N.Young adopta su faceta eléctrica es Ragged Glory, el disco que en 1990 lo devolvió a su mejor forma luego de los erráticos ochentas y que terminó convirtiéndose en la inesperada antesala del grunge, podría decirse que Fork in the Road no brilla pero tampoco desentona. Lejos de las comparaciones que buscan trazar un paralelo con Reactor (1980), uno de los pocos discos deslucidos en su prolífica carrera, este nuevo trabajo mantiene el listón alto dando digna continuidad a la saga que conforman Living with War (2006) y Chrome Dreams II (2008). Y si alguna duda queda sobre la vigencia del viejo Neil basta con hacerse de la edición que incluye un DVD para conmoverse con su devastadora versión en directo de ”A day in the life”, de The Beatles.

JORGE CAÑADA

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