“Mescalito” – Hunter S. Thompson
MESCALINA… (HAMBRE Y SUEÑO)
“…las 6:45 y la mescalina ya se ha apoderado seriamente de mí. La carcasa metálica de la máquina de escribir ha virado de un verde opaco a una especie de azul fluorescente…Yo más o menos levito de la silla y quedo suspendido –no estoy sentado- frente a la máquina.”
Con estas palabras el bizarro Hunter S. Thompson comienza a narrar su primera experiencia con la mescalina (sustancia alucinógena) durante su estadía en un hotel de Los Angeles a finales de los años sesentas.
Mescalito (título original: Screwjack) es un suculento pequeño libro compuesto de tres relatos, el primero se llama “Mescalito” y aborda la experiencia sicodélica antes mencionada. En el segundo, “Muerte de un poeta”, Hunter es el testigo privilegiado del suicidio de su amigo (lo mismo le sucedería a él a los 67 años en el 2005), casi todo es narrado con cierta locura, humor negro y repulsión. Por último, “Screwjack” es un tratamiento oscuro e hipnótico sobre el amor entre el hombre y la bestia, deja flotando la vaga idea que un amor cuando es verdadero no importa de quién viene y a quién se da.
En cada párrafo espetado, el creador del periodismo Gonzo -un tipo de periodismo que plantea eliminar las barreras entre la ficción y no-ficción, objetividad y subjetividad-nos pervierte (una vez más) con su invaluable, personalísima, alucinógena y cáustica pluma. Una de las cosas que más valoro de Hunter es su sinceridad y desenfado -alta conchudez quizá-, él no se pone en el lugar de nadie ni de ningún personaje que no sea el suyo. Todo gira alrededor de él, el mundo que proyecta es el mundo que percibe sin filtros ni censuras. Pocos como él han sido tan atrevidos.
Mientras escribo esta nota estoy siendo presa del sueño (¡muérete Morfeo!), ayer me acosté tarde por “hacer digestión” del chifa* que cené. Aquí en la chamba*, frente a la computadora, siento un vacío incendiario en mi estómago que es cómplice de reyertas y gruñidos abdominales. Ya se acerca la hora del almuerzo, sufro hambre y sueño, y también aburrimiento, y también una erección involuntaria debido a una inusual confusión de mi cerebro al diferenciar que tipo de apetito es el que estoy padeciendo. Mañana será feriado y ya quiero salir de esta modorra laboral para divertirme más tarde al ritmo del rock n’ roll… ya me cansé del abecedario y los “enter”, es hora de ir a comer, ¡rayos! ya me dieron ganas de orinar … zzzzzz… un ratito más en la computadora, vuelvo a cerrar los ojos, el maldito y lacerante ruido de las máquinas industriales no me deja jatear*, tengo unos tapones de seguridad en los oídos que son insuficientes para aislarme de los espectros sonoros contaminantes …zzzz…. ¡oh shit! ¡me quedé dormido un par de minutos! … los obreros continúan en sus puestos de trabajo … yo sigo con sueño y hambre … y tú ya deja de leer esta tontería.
HENRY FLORES
*chifa: referente a la comida china.
*chamba: trabajo, laburo.
*jatear: dormir.
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